Discurso del rey

En su tradicional y soporífero discurso navideño, Juan Carlos de Borbón pide que todos aporten su grano de arena para salir de la crisis, pero se olvida mencionar el aumento del presupuesto destinado a la Casa Real

Agencias/ inSurGente.-

El rey Juan Carlos pidió el miércoles a todos los españoles que "tiren del carro" en la misma dirección y aporten su grano de arena para recuperar lo antes posible la senda del crecimiento económico y la creación de empleo.
En su tradicional mensaje de Nochebuena, transmitido a todo el país, el monarca se mostró preocupado por los efectos de la crisis financiera, aunque en el discurso también abordó cuestiones como la lucha contra ETA y el papel de España en los organismos internacionales.
El jefe del Estado dio carácter prioritario a la necesidad de combatir el desempleo, situado en el 11,3%, y solicitó unidad a los partidos políticos para restaurar la confianza y estimular la actividad de las empresas.
"Despleguemos con inteligencia y tesón nuestra bien probada capacidad de superación, tirando del carro en la misma dirección", dijo. "Se trata de volver a la senda del crecimiento económico y la creación de empleo".
El rey reivindicó reglas internacionales más eficaces para garantizar la "supervisión y la transparencia del sector financiero". Además, subrayó la importancia de apostar por una mejor formación de los jóvenes para crecer de forma sostenible.
Además, Juan Carlos tuvo palabras de reconocimiento para los casi 3.000 soldados españoles que pasarán las Navidades en alguna de las misiones del Ejército en el exterior, como Afganistán y Líbano.
En ese sentido, precisó que España debe reforzar su peso en los organismos internacionales y mejorar los vínculos con Latinoamérica y Estados Unidos.
"Debemos dar un nuevo impulso a nuestras relaciones con Estados Unidos e intensificar nuestros sólidos vínculos con Iberoamérica y con el Mediterráneo, y mantener nuestra proyección en Africa y Asia", manifestó.
Además, pidió un esfuerzo colectivo para empezar a preparar la presidencia española de turno en la Unión Europea, en el primer semestre de 2010.
Como es habitual, el monarca recordó a los familiares de víctimas del grupo separatista vasco ETA y dijo que con voluntad y determinación el final de la banda armada "estará cada vez más cerca".
"Nuestros derechos y libertades, empezando por la vida, no pueden ser violados y amenazados por profesionales del terror, por lo que debemos seguir luchando para derrotar al terrorismo", afirmó.
ETA es considerada una organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.
Finalmente, el rey se felicitó por el 30mo aniversario de la Constitución española, celebrado en 2008, y destacó el largo periodo de prosperidad iniciado con la carta magna tras el final de la dictadura de Francisco Franco.
"Estos 30 años de Constitución deben servirnos, no sólo para felicitarnos por lo mucho conseguido, sino sobre todo para llenarnos de energía y de confianza en nuestra capacidad de futuro", dijo.

Las primeras declaraciones ante el discurso fueron las habituales. Elogios y genuflexiones de casi toda la clase política y dos voces disonantes, la de EA, EB e IU.

El secretario de Comunicación de EA, Mikel Irujo advierte de que, si no hay reconocimiento a los derechos básicos como el derecho a decidir, es imposible que haya consenso. Además ha asegurado que 30 años de Constitución han demostrado que la democracia dista mucho de ser plena como afirma el Rey.

El portavoz de la presidencia de Ezker Batua, Mikel Arana, ha asegurado que el Rey no tiene legitimidad para hablar de crisis cuando “sigue manteniendo su tren de vida a costa de toda la ciudadanía, que le pagamos a escote los palacios, el yate, los viajes y sus caprichos".
El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, afirmó que el mensaje del Rey en Nochebuena fue "una sucesión de buenas intenciones con escaso contenido concreto" que le sitúa "fuera del mundo y los problemas reales por los que atraviesan la inmensa mayoría de ciudadanos del Estado".

El máximo dirigente de IU criticó en un comunicado que el jefe del Estado no hizo mención alguna "ni de las causas ni de los responsables de una situación que está provocando lo que sí es un drama real que están sufriendo más de tres millones de parados, es decir, esas 6.000 personas que cada día son despedidas del trabajo o los millones de personas hipotecadas de por vida por la ambición de unos cuantos desalmados".

Lara lamentó que el monarca tampoco mencionó "a los responsables de la situación de quiebra de las pequeñas y medianas empresas, así como de miles de autónomos" que están teniendo que cerrar sus negocios, y que son los primeros en sufrir la crisis.

A su juicio, es "inadmisible" para los trabajadores españoles que el Rey les pida afrontar juntos la crisis económica y tirar del carro, ya que "hasta ahora esos mismos trabajadores sólo han visto cómo en los pasados años de bonanza sí tiraban del carro juntos los menos favorecidos".

Recordó que entonces "iban subidos en el carro los oportunistas del negocio fácil, los reyes de la finanzas especulativas y un sector de empresarios sin escrúpulos que han llevado éste país a una recesión de consecuencias incalculables".

Lara manifestó que "el discurso del Rey se fija sólo en un lado del espejo, pero olvida otro", ya que "en educación el monarca no quiere ver a los miles de jóvenes que se manifiestan contra el Plan Bolonia en la universidad, es decir, contra la privatización y mercantilización de la enseñanza, o la falta de medios en los colegios públicos o la ausencia de centros infantiles públicos de 0 a 3 años donde los trabajadores puedan llevar a sus hijos".

A su juicio, "el Rey alaba una Constitución, pero olvida que ésta es en buena medida virtual" porque "determinados poderes públicos y económicos violan sistemáticamente mandatos esenciales para la vida cotidiana de los ciudadanos como el derecho a la vivienda o al trabajo, la aconfesionalidad del Estado, la progresividad fiscal o la exigencia de que la riqueza del Estado debe dedicarse al interés general".

"Frente a los agradecimientos formales a quienes buscan trabajo entre nosotros, el Rey pasa por alto que se han endurecido las medidas de retorno, de reagrupación y de regularización de los inmigrantes, alargando innecesariamente su sufrimiento, que la siniestralidad laboral sigue segando la vida de tres personas cada día", dijo.

Además, denunció que la Ley de Memoria Histórica "no avanza porque la derecha política pone trabas y al Gobierno le falta valentía democrática para desarrollarla" y que tras 15 años de crecimiento ininterrumpido "no se ha reducido el índice de pobreza en España".

Finalmente, Lara coincidió con el Rey en que "el terrorismo no tiene razón de ser en el Estado español y que la unidad de los demócratas es la única salida para alcanzar su fin definitivo".